GUILLERMO CANO, LA LENTITUD DE LAS RAMAS

Temáticamente, el libro acoge diversos topoi de distinta profundidad, pues lo que se ofrece inicialmente como un homenaje a la excepcional obra de Akira Kurosawa, Dersu Uzala (aquí El cazador), se va revelando como una obra de múltiples capas temáticas cuando profundizamos en el texto. Inicialmente, los objetos naturales propios de la tundra hallan su expresión en los sustantivos y campos semánticos predominantes en el nivel léxico, si bien, este mismo léxico natural funciona como inspiración e indagación de la esencia de lo real y lo espiritual. De otro lado, sobresalen los dos poemas iniciales de sesgo metapoético, la poesía vuelve a ser referida en otros poemas y también hay mención directa de la metáfora. No obstante, la principal indagación la realiza el poeta sobre la base del tiempo y su distinta percepción, que avanza y se adensa con el paso de los años. La madurez reporta nuevas sensaciones de circularidad y reiteración que el poeta refleja consecuente en el nivel léxico, el tiempo es inaprensible y cíclico. Agrada, por otra parte, el tratamiento que otorga al transcurrir siempre inexorable del tiempo, aquí totalmente ausente de derrotismo e imbuido de un sutil matiz positivo, de comunión con la vida, de una esperanza que se aprecia claramente.